09 abril 2009

Inicios del hipismo en Venezuela




Juan Carlos Feijoo


Los primeros caballos arribaron a Venezuela a principios del siglo XVI embarcados en naves españolas, con predominio de fuertes y elegantes ejemplares de la raza Berberisca (Mezcla de las razas Española y Árabe). Como consecuencia de la selección natural y el clima, las condiciones adversas por la falta de buena alimentación junto a las plagas existentes en el nuevo mundo, dieron origen al Caballo Criollo Venezolano, el cual era de menor alzada y belleza que sus ancestros. Para inicios del siglo XIX, la población equina venezolana rondaba los 150.000 ejemplares, rebaño que quedó diezmado por la Guerra de Independencia. Los pocos Criollos que quedaron fueron cruzados con Árabes y Media Sangres, dando origen al Caballo de Trabajo, usado por los hombres de campo, para el arreo y cuidado del ganado vacuno y el transporte.

Las carreras de caballos como espectáculo organizado en Venezuela se escenifican por primera vez en la segunda década del siglo XIX. Estos desafíos se hacían a campo traviesa, naciendo con ello la tradición de la hípica en la región guayanesa venezolana (al sureste del país), a orillas del río Orinoco en Angostura, actual Ciudad Bolívar. A finales de ese siglo, surge el que es considerado como el primer hipódromo venezolano que llevó por nombre El Callao y se tiene como año de inauguración en 1876 gracias a la iniciativa de Antonio Liccioni, magnate de las minas de oro que dispuso de un descampado para echar a correr a los caballos guayaneses a fin de distraer a los peones de los achaques del oficio y porque las peleas de gallos demandaban una espuela demasiado sangrienta en las apuestas. Esta idea dio pie a la instalación de pistas de carreras en Guasipati, Tumeremo y Upata, todas en la misma región con los mineros como principales aficionados del espectáculo que mantenía un anecdótico estilo inglés.




En 1878 los Generales Julio Sarría y Mario Gallegos celebran un contrato de arrendamiento con el Municipio caraqueño sobre un terreno denominado La Consolación, a objeto de construir allí un hipódromo. Por los mapas de la época, las carreras se disputaban en recta ya que la identificación del hipódromo presentaba una forma rectangular alargada. Otro de los primeros promotores del espectáculo hípico en la capital del país fue Mathieu Valery, quien acordó por vía de contrato “instalar un campo de carreras o hipódromo en Caracas”. El contrato quedó suscrito entre Valery y el General Ramón Gordils, llevándose a cabo el 24 de mayo de 1895. A raíz de esta iniciativa y junto a las voluntades de personalidades como Gustavo J. Sanabria, Alberto Smith, Carlos Zuloaga y Edgar Ganteaume entre otros, se fundó el Jockey Club de Venezuela, llegando a generar expectativas en el medio social caraqueño en términos de lo que representaba un hipódromo en la capital.
Una nota de “El Cojo Ilustrado” refleja la apertura del hipódromo de Sabana Grande con fecha 1 de marzo de 1896: “La inauguración de las carreras de caballos en Caracas se efectuó el domingo primero del corriente mes; y el éxito correspondió a las aspiraciones del público y al interés y entusiasmo de los fundadores del Jockey Club, que tiene ya asegurada la presencia de todo lo mas selecto de nuestra sociedad”.

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