12 junio 2008

Historietas de Federico Vegas


Historietas
Individual de Federico Vegas Chumaceiro
Apertura domingo 15 de junio de 2008 a las 11:00 a.m.
Centro de Artes Integradas
Sala William Werner Entrada izquierda de la Universidad Metropolitana
Terrazas del Ávila, Caracas – Venezuela, Telf.: (0212) 242 6850. Visite nuestra página web http://www.avc.org.ve/

La serie Historietas, dicho por el propio artista, es una obra lúdica que transita por lo cotidiano utilizando como catalizador el gran poder de atracción que tiene el color.
Historietas, en su forma consiste en grupos de dibujos-pinturas de pequeño formato ejecutados en acrílico. Cada obra está compuesta por ilustraciones pareadas que tienen formatos diferentes y están montadas con una intencional diversidad de marcos, apuntando así a una estética particular en el montaje. Al agrupar varias obras por el sentido cromático o de significados, la propuesta cobra la idea de pequeñas instalaciones. El uso del acrílico le da una gran riqueza cromática a la visual. Cada lámina está trabajada en un solo color como una silueta y contrasta con la imagen que la compaña. El uso de estos dos colores en contraposición aumenta la capacidad de sugestión y por ende, el poder de seducción de las piezas.

Historietas, en su fondo se compone de imágenes individuales que al encontrarse y juntarse, bien sea por la vía del humor, de la ironía o la simple interrelación visual, sugieren una historieta. Unen sus significados propios para crear un nuevo significado que cuenta, que denuncia, que invita, que seduce, en fin que nos lleva a disfrutar de una anécdota, un relato que a la vez será particular, pues emanará de los referentes individuales de cada persona. Por otra parte al colocar una pieza junto a otra de la serie de nuevo se multiplican las posibilidades de interpretación y de historias. Haciendo de Historietas una propuesta plástica del juego infinito del color y del cuento.
Desde sus inicios Federico Vegas Chumaceiro ha deambulado en una búsqueda introspectiva plasmada desde las sensaciones o desde lo lúdico. Nos ha presentado muestras como Contrafigura, Caracas (1991), Hacia fuera Madrid (1993), Memorias de paisaje, Caracas (1998) y Washington (1999), Travesías, Madrid (2004), Orillas, Miami (2004), Horizontes, Nuevo México (2006). En éstas ha mostrado las contradicciones de las emociones a través de los planos del adentro y el afuera, del hacia y el a través, de las texturas y el uso de los colores. Nos ha permitido ver el reflejo de la nobleza del color en sus variadas gamas, ha rozado una luz milagrosa que nos hace caer en paisajes imaginarios o perdidos por los escasos trazos que componen el aura de los mismos. Sus cuadros guardan un secreto, esconden poesía, que sólo escuchan aquellos que logran descifrar el alma de la obra. En ocasiones nos ha insinuado que los paisajes tienen sentimientos y memoria. Le ha dado vida a lo inanimado, cuestionado el sentir del ser y su rol frente lo que no puede defenderse. Nos ha subido a una chalana para recorrer los ríos a diferentes horas del día, en los que el estado de ánimo del paisaje cobra una prominencia abrumadora en los ojos de quien ve. Pronto dará a conocer su último trabajo en esta indagación, Desde adentro, una serie de piezas de gran formato en las cuales explora el fondo del mar desde sus entrañas. Con una visión que se acuesta en lo más profundo y mira el exterior y percibe como la luz atraviesa, a veces dulcemente, a veces con una fuerza salvaje, la espesura del agua.
En cuanto a lo lúdico hemos sido testigo de exposiciones como Los Juegos perdidos, Caracas (1994), Grandes inventos, Caracas (1995), Pura pinta, Caracas (1996). En éstas, el artista sin abandonar su apuesta pictórica de seducción y sinuosidad, saca del olvido y pone frente quien ve, juegos tradicionales que permanecían metidos en un baúl con candado en un ático. Señala elementos de nuestra cotidianidad que por pertenecer a ésta pierden el valor esencial que tienen en nuestras vidas. Muestra a través del cuadro dentro del cuadro reflejos de personas emblemáticas sin rostros, como increpándonos a ver nuestras caras donde el blanco llena el vacío. Por último en este camino del juego tiene sus Putitas una serie en la que emula un hombre que asiste a bares y pinta rostros de mujeres en servilletas. Las tercia y acuesta sobre un lienzo en el que conviven rostros, arrugas, miradas y bocas de tantas mujeres como ha podido admirar en su vida. Con un tratamiento amoroso las adhiere a una composición que evoca lo añorado y sublime que puede llegar a ser el enamoramiento o el simple acto de mirar la belleza.

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