12 junio 2008

Crisol de culturas y moda en el Mediterráneo


Manuel Lebón


Barcelona, urbe situada en la costa mediterránea muy al norte de España, es sin duda la ciudad más cosmopolita y una de las más activas económicamente de España. Una metrópolis que siempre probó su deseo de ser moderna, seguir la últimas tendencias internacionales o estar a la cabeza de ellas y todo ello se hace evidente hasta para el turista más despistado, especialmente si observa su vibrante arquitectura, las agitadas calles y las vitrinas de las tiendas, que tan bien reflejan el modo de enfocar la vida que siempre impulsa a esta ciudad europea. Sin embargo, Barcelona tiene una historia muy antigua, como atestiguan sus numerosos monumentos románicos, góticos y renacentistas -que se ven en el lugar menos pensado, como los célebres fragmentos de un templo romano en el sótano de una casa medieval- pero lo más característico, o lo que la hace más única y peculiar, se ha construido en los últimos 100 años, siendo un importantísimo centro del modernismo: el espíritu de Antoni Gaudi gravita sobre Barcelona y el constante flujo de turistas a lugares como el Parque Güell o la inacabada Iglesia de la Sagrada Familia dan fe este fervor por tan orgánico estilo. Sin embargo, los Juegos Olímpicos de 1992 fueron un antes y un después para la llamada Ciudad Condal ya que se inició un ambicioso plan de rehabilitación urbana y fue renovada y transformada en gran extensión -tras decenios de negligencia franquista- para recibir dignamente este exigente acontecimiento internacional, contando hoy día con millón y medio de habitantes en su casco urbano y más de cuatro millones en su área metropólitana.
El laberinto del casco Antiguo
Unos de los primeros destinos a los que accede cualquier turista que llega a Barcelona desde el cercano y espacioso aeropuerto del Prat o la gran estación de trenes y buses de Sants son la céntricas Plaza España, Plaza Cataluña y las Ramblas, siendo esta última un bulevar de dos kilómetros dividido en cinco secciones y atravesándola abigarrada zona vieja. Urbanizadas desde finales del siglo XVIII estas calles son quizás el mejor escenario para conocer la esencia de Barcelona, ya que en sus variopintas aceras jalonadas de altos árboles, se encuentran paseantes, de todas las edades, nacionalidades y condiciones sociales, fluyendo en verdaderas ríadas humanas que no cesan sino hasta bien entrada la madrugada. También abundan numerosos quioscos de prensa, flores, pájaros y otros productos a lo largo del paseo; estatuas vivientes disfrazadas con gran inventiva y que siempre atraen público; la fuente de Canaletes (donde uno ha de beber para volver a la ciudad, cual Fontana de Treviy me ha funcionado hasta la saciedad); el prestigioso y remozado Teatro Liceu, una ave fénix del arte escénico; el cruce con calles emblemáticas de la zona antigua como Tallers o Portaferrisa; la enorme y nueva discoteca Fellini y la Plaza Real con sus clubes, cafés y animación: una peculiar mezcla de lo moderno y lo antiguo, lo sórdido y lo inmaculado que caracteriza a buena parte de la pintoresca Ciudad Vieja y sus barrios (Ciutat Vella, El Raval, el Gótic y la Barceloneta). La zona más comercial de la pujante ciudad se encuentra justamente en su centro histórico con calles muy importantes -a pesar de su estrechez- como Portaferrissa, Tallers, Pelai, Ferrán, Avinyó y Portal de l′Àngel, donde casi un millar de pequeñas tiendas –en particular zapaterías-conviven con los grandes almacenes y las franquicias de grandes cadenas de ropa como Zara, C &A, Pull and Bear o Bershka .También se pueden ver numerosas tiendas de artesanía de corte local u oriental, anticuarios, marqueterías como la famosa Verkerke, pastelerías varias y tiendas de diseño como la célebre DOM (C Avinyó 7), esta última una cadena de tiendas de objetos contemporáneos y mobiliario a caballo de las últimas tendencias y cuya sede principal es un must para los que suban por el elegante Paseo de Gracia. En la calle Avinyó también son destacables la impresionante Adidas Originals Store (C Avinyó 6) y tiendas de diseños urbanos creativos realizados por nuevos talentos de la confección como Cebra, La Jeteé, Sita Murt, Zsu Zsa, Tribu o (Z)Ink. Un caso especial es La Gauche Divine, multiespacio con dos pasarelas anuales donde se exhiben prendas de diseñadores jóvenes y grandes nombres de la escena hispana como Josep Font, Lydia Delgado, Ailanto, Ion Fiz, Monoplaza, Firma, Josep Abril, EBP, No Comprendo, Celia Marco, Kiricol y Ana Iri. Bajando las ramblas hacia el mar se puede cruzar a la izquierda en cualquier calle y adentrarse en este fascinante centro histórico de la ciudad, con sus abigarradas vías llenas tanto de día como de noche (no perderse bares como Fonfone, Dot , la Macarena o Café Royale) y numerosos edificios medievales o más recientes como La Catedral, el Ayuntamiento, la hermosa Plaza del Rei, el pomposo edificio de los correos o la atractiva iglesia de Santa María del Mar, la mejor de Barcelona para mí y para muchos visitantes asiduos. Para llegar a esta emblemática estructura hay que atravesar la rectilínea Avenida Laietana y su incesante tráfico y adentrarse en otras áreas del casco antiguo de gran interés como el llamado Born. Cuatro barrios conforman esta extensa área delimitada hacia el oriente por el maravilloso parque de La Ciudadela, edificado en 1869 al derribar las fortificaciones que Felipe V construyó tiempo atrás para mantener a raya a los catalanes. La Ciudadela es un magnífico lugar de esparcimiento en una urbe tan densamente poblada como Barcelona y no debe dejar de visitarse un domingo por la tarde para ver múltiples percusionistas, vendedores ambulantes, acróbatas, artistas y todo tipo de personajes. La Ribera y el Born, al sur del Casco Antiguo es actualmente una zona extremadamente popular entre los jóvenes "fashion victims" de alto vuelo al ser un área llena de galerías de arte, restaurantes y taperías, terrazas, locales de diseño, ropa y complementos. Entre los locales más significativos de este dinámico y cotizado distrito ya totalmente remozado se pueden mencionar Daaz y sus mobiliarios; peluquerías de vanguardia como La Pelu o Polopelo; los diseños de Divinas palabras, Ailantos, Amaya Arzuaga, Jocomomola, Spastor y otros creadores hispanos en las tiendas Como agua de mayo, La Comercial man y woman o Suspect . On Land es un verdadero escaparate para diseñadores barceloneses como Josep Abril y Josep Font en la calle Princesa; Custodi Dalmau es famoso en el mundo entero por sus franelas estampadas y su primer espacio Custo abrió en la Plaza de les Olles. Los modernos también pueden optar por las delicias de la Carhartt Shop, los divertidos estampados de Kukuxumusu, los pañuelos y foulards pintados a mano de Atalanta Manufactura y un sinfín de pequeñas boutiques. Una zona para degustar con profundidad y donde yo no me perdería una inmersión en la belleza de la calle Montcada con sus palacios antiguos que albergan el Museu Picasso, Omnium Cultural y el Museo textil y de la indumentaria. Para los amantes del dulce es de rigor entrar al restaurante de postres de Jordi Butrón, Espai Sucre, los amantes de las ilustraciones comer algún exótico emparedado en Sándwich & Friends mientras se ve un gran mural policromado de Jordi Labanda o descubrir la mítica Champañería cerca de la Plaza del Palau y tomar o comprar cava catalán a precios muy accesibles aún para nuestros bolsillos.
El frente marino y la Barceloneta
Dando la espalda al mar durante años debido a las industrias y líneas ferroviarias que atenazaban el frente marino, Barcelona ha recuperado progresivamente sus playas y línea costera con espaciosos paseos, playas rehabilitadas, centros náuticos y hasta islas artificiales comoel recinto lúdico Maremágnum. En una ciudad donde la idea del centro comercial no había calado hasta hace poco -con la reciente edificaciónde enormes "malls" como El Maquinista o Diagonal Mar- Maremágnun fuetodo un pionero una década atrás, por sus tiendas, cines y otras atracciones, las cuales han sido reformadas apenas el año pasado, tras un década de uso. La Barceloneta o pequeña Barcelona es el barrio marinero de la ciudad y el más joven de los cuatro grandes núcleos urbanos que componen la Ciutat Vella, remontándose en sus orígenes al siglo XV y aunque el barrio en sí es algo feo y hasta hace poco destartalado, es muy lindo el paseo que bordea la marina hasta llegar a las playas, famoso por sus restaurantes de paella valenciana. La visión de altas palmeras datileras de reciente introducción animan las playas más cercanas al centro de la ciudad y de donde parte en dirección al norte un largo paseo marítimo abierto en 1992. Este paseo, tan animado día y noche en la época veraniega puede recorrerse a pie o incluso mejor en bicicleta (que se pueden rentar en muchos lugares y hay animados tours guiados en grupo) pudiéndose apreciar la distintiva silueta del Hotel Ars y la torre Mapfre, rascacielos de torres gemelas de 45 plantas, con una altura total de 154 metros. Diseñadas por Bruce Graham en las instalaciones del Puerto Olímpico, estas afamadas torres tienen a sus pies el sensual y decorativo "Pez de Oro" de Frank O. Gehry y numerosos locales nocturnos como el popular Shoko Lounge Club. Las enormes torres gemelas, tan fácilmente distinguibles en una ciudad sin muchos edificios altos ahora tienen una verdadera competencia con la apertura en octubre pasado en la Plaza de Glories de la singular torre Agbar, diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel. La refulgente sede social de la empresa Aguas de Barcelona se compone de dos cilindros superpuestos, recubiertos de un manto de cristal, a modo de piel en el que la luz se reflecta generando un precioso efecto cromático, que es realzado por una espectacular iluminación nocturna de distintos colores. Este nuevo obelisco citadino preside por un lado la uniforme y vasta retícula del "ensanche" barcelonés y por el otro lado contempla la parte final de la larga avenida Diagonal, la cual atraviesa la zona en plena transformación de Poble Nou y culmina ya muy cerca del mar. Aquí ha nacido un nuevo barrio recién incorporado a la ciudad de nombre Diagonal Mar, compuesto de costosas áreas residenciales, hoteles y un moderno centro comercial con múltiples salas de cine, locales algo convencionales y una impresionante tienda Fnac de dos pisos (una estupenda cadena francesa de libros, discos y artilugios electrónicos). En frente de esta especie de pulcro Sambil playero se halla la enorme zona donde se realizó el controversial Forum de Barcelona en 2004 y entre varias edificaciones remanentes se encuentra un Centro Internacional de Convenciones, cuyo auditorio para 3.200 personas le convierte en el de mayor capacidad del sur de Europa. El elemento esencial de la zona es sin embargo el parque Diagonal Mar, no sólo por las 14 hectáreas que ocupa sino por su hermoso diseño y características. Concebido por el arquitecto Enric Miralles, este increíble parque combina en distintos niveles espejos de agua con una vegetación cuidadosamente seleccionada (las plantas llevan plaquitas cual jardín botánico) puentes varios y una serie de estructuras tubulares de formas extraordinarias que remedan esculturas. Frente a este fresco remanso de paz se cruza la autopista de la Ronda litoral y se llega en breve a la mejor playa de toda la urbe: Marbella, espacio donde abunda el nudismo y la buena música provista por varios los Dj´s de "chiringuitos" con nombres tan interesantes como Móchima o el Chiringay.

El ensanche modernista

Nacido como resultado de la necesidad de expansión de Barcelona fuera de sus murallas durante el siglo XIX -años de industrialización y esplendor para la Ciudad Condal- el Eixample como se le conoce en catalán creció sobre la llanura que comprendía la ciudad y los pueblos que la rodeaban, y que, posteriormente, pasaron a formar parte de Barcelona, como Horta, Gràcia, Sant Andreu de Palomar, Sant Martí de Provençals o Sarriá y Sant Gervasi. El ingeniero Ildefons Cerdà ideó un plan urbanístico con una red de calles perpendiculares y traveseras, a modo de cuartillas, sesgadas por dos vías superpuestas, la Diagonal y la Meridiana, y con su centro en la Plaza de Gloriés. Si bien el plan no se completó del todo, esta gran zona urbana tiene hoy día como centro neurálgico el distrito que se sitúa entre el lujoso Paseo de Gracia y la Rambla Catalunya, zonas muy concurridas, plenas de negocios, con las tiendas y cafés más exclusivos de la ciudad y con un marco arquitectónico único: los principales edificios modernistas de Barcelona. En la manzana situada en el Passeig de Gràcia y las calles Aragó y Consell de Cent se encuentran gemas del modernismo como la casa Lleó Morera de Domenéch i Montaner y la Casa Batlló y Casa Milla (La Pedrera), ambas de Gaudí, siempre asediadas por hordas de turistas. Del emblemático artista catalán también son las losetas verdosas que cubren este regio paseo que asciende desde la Plaza Cataluña hacia su fin en el ahora bohemio y antes obrero barrio de Gracia. Entre las múltiples tiendas que se pueden ver en esta suerte de Quinta Avenida barcelonesa destacan boutiques de Adolfo Domínguez; la magnífica zapatería de origen mallorquí Camper con una de sus tiendas más grandes (hay otra en el centro El Triángulo en Plaza Cataluña y todo un Hotel Camper en el Raval); un gran local de estupenda decoración de la firma italiana Diesel Store; el llamativo Boulevard de los Anticuarios de altos precios; la boutique Corium integrada a las instalaciones posmodernas del Hotel Omm; decenas de amplios locales de marcas muy conocidas como Loewe, Zara, Springfield, Benneton y hasta trasnochados clásicos hispanos como Lladró que sólo despiertan la curiosidad del turista japonés. Entre las tiendas de diseño destacan sedes principales de la cadena Habitat y de Vincon, esta última de enormes proporciones, dos entradas en calles distintas y todo tipo de mobiliarios, objetos y deliciosas lámparas. Un punto algo kitsch no solo lo aportan las porcelanas Lladró sino la entretenida tienda Fron en la calle Consell de Cent con sus extravagantes objetos de la colección Gold & Summer o el desparpajo de los diseños de creadores de moda como Divinas Palabras, Acupunture, Nudie Jean (premio a la colección europea del año) y otros modeladores de tendencias en el local TheGomez Street Couture (Pg. De Gracia 55). En la calle Muntaner también se halla uno de los dos locales de la cadena M69, con una gran selección de prendas masculinas de marcas como Paul Smith, Replan o Dick Bikkembergs.


El último bastión alternativo

Con la Plaza Real repleta de turistas y el Born convertido en zona de tiendas y ocio, el Raval se erige como el nuevo corazón de la Barcelona alternativa, multirracial e integradora, preservando su espíritu de barrio gracias a organizaciones como la Fundación Tot Raval y la presencia de miles de inmigrantes de diferentes nacionalidades. Lo que en otros tiempos se conocía como el infame "barrio chino", uno de los centros históricos más degradados de toda España y zona de prostitución, travestismo, drogas y pésimas condiciones de vida por su hacinamiento, se ha ido transformando paulatinamente desde hace quince años con la decidida intervención estatal. El término de "barrio chino", por que se popularizó la zona, no tiene que ver con una supuesta inmigración china (que si se nota más en Madrid) sino que fue Francesc Madrid quién adoptó este nombre tras ver la película Chinatown, rodada en los años veinte en EEUU y que mostraba similitudes a este barrio problemático y socialmente conflictivo. La recuperación del barrio con motivo de las Olimpiadas del 1992 supuso la edificación de nuevas viviendas y derribo de los focos de prostitución y del extendido tráfico de heroína, aunado a la mejora de los servicios sociales, culturales, artísticos y de instalaciones deportivas. El relativamente bajo precio de las viviendas y de los locales permitió la ubicación de muchos artistas, artesanos y galeristas, entre los cuales habían muchos extranjeros que apostaron por esta zona de la ciudad, que ha visto surgir en los últimos años una proliferación de locales de ocio, restaurantes, bares y tiendas. Muestras de este sórdido pasado se pueden hallar fácilmente al sur de la nueva Rambla del Raval (llamada popularmente Ramblakistán debido a la fuerte presencia de indios y paquistaníes) y no está de más pasarse por el destartalado y pintoresco bar Marsella para tomar una copa de Absenta y ver la variopinta fauna de travestones mayores, chulos y otros personajes dignos de un film de Almodóvar.

Para ver la cara más amable y progresista del Raval es necesario subir unas cuantas calles hasta la popularmente conocida plaza del MACBA, nombrada en honor al blanco edificio que construyó el arquitecto Richard Meier como museo de arte contemporáneo. Alrededor del atractivo edificio, una llanura de cemento siempre atestada de ruidosos patineteros resume los valores de una de las zonas más efervescentes de Barcelona: el conflictivo Raval de los escritores Georges Bataille o Narcís Oller es ahora un ejemplo de convivencia y pluralidad donde ya es raro ver golpizas o motines. Siguiendo las agujas del reloj y partiendo desde este insigne museo de arte contemporáneo, encontramos una inmensa área universitaria en etapa final de construcción, un muro habilitado para deleite de grafiteros, una escuela de primaria, un convento rehabilitado y una zona de terrazas muy chic presidida por un mural de Chillida. Para los amantes de la música alternativa esta área es más que significativa porque desde hace más de una década, el CCCB (Centro de cultura contemporánea de Barcelona) vecino al museo ha servido de sede al festival veraniego Sonar y legiones de modernos han acudido anualmente a este hermoso convento modernizado para ver a los mayores artistas de la vanguardia musical planetaria. Dentro del CCCB hay una maravillosa librería Laie con gran énfasis en el diseño y la arquitectura y donde también se hallan postales de fábula y juguetes futuristas. Para llegar a esta zona desde las Ramblas hay diversas calles muy interesantes como Tallers, llena de tiendas de discos de todos los géneros y bares como la coctelería Boadas, inaugurada en 1933 y cuyo primer propietario trajo consigo de La Habana los secretos de sus combinados. Otra entrada es la que ofrece el bullicioso Mercado de la Boquería. En su interior hay un despliegue maravilloso de pescado fresco, mariscos, carnes y embutidos, además de un sinfín de verduras y frutas de impecable presentación. En los últimos años se han instalado ventas de jugos tropicales y es uno de los pocos lugares de la ciudad donde se pueden degustar jugos de lechosa brasileña, cocada y jugo de kiwi; también hay un par de bares con mucha solera donde llenar la panza y tapear, el Quim y, sobre todo, el Pinotxo. Desde primera hora sus desayunos son deglutidos por gente camino al trabajo y legiones de noctámbulos a punto de acostarse después de salir de locales nocturnos de la zona como Salsitas, La Metro, La Paloma (muy famosa en todo el mundo tras el filme francés Casa de locos), Fellini o Moog.

En el Raval, gracias al efecto dinamizador del MACBA y del CCCB , han ido surgiendo algunas de las propuestas más alternativas de la ciudad en cuanto a galerías de arte y espacios expositivos, como la Galería dels Àngels (calle de los Ángeles, 16), la Ego Gallery (Doctor Dou, 11) o la Asociación Cultural La Serilla (Ferlandina, 39). Entre los supermercados y carnicerías paquistaníes y el comercio más tradicional, hay lugar para tiendas insólitas en el raval como The Air Shop que sólo venden objetos y mobiliario inflables de los más atractivos. A pocos metros de alli se encuéntrale Hotel Camper de diseño espectacular y con un restaurante que sólo ofrece bolitas de arroz con diferentes complementos muy naturistas. Eskandal y Comité también hablan de modernidad y del carácter cosmopolita de un barrio en el que se mezclan autóctonos y una creciente comunidad inmigrante, mayoritariamente magrebíes, paquistaníes y filipinos. La primera es una tienda de objetos y muebles de diseño nórdicos, es el sueño hecho realidad de dos islandeses afincados en Barcelona. Aún más llamativo es lo de Comité: moda exclusiva de una diseñadora sueca, otra francesa, una argentina y tres finlandeses. Su nombre no es casualidad: aunque cada uno va por su lado, se turnan al mostrador un día a la semana.

Para los amantes de los artículos de ocasión o de segunda mano tienen oportunidad de visitar el "Mercat dels Encants", en la plaza de las Glorias, que abre todos los lunes, miércoles, viernes y sábados, y el"Mercat de Sant Antoni" que bordea el Raval y donde cada domingo por la mañana se establecen puestos donde se compra y venden libros, discos, películas y prendas varias.

En dirección hacia el sur y luego de atravesar hermosas avenidas como Floridablanca o Paralell (en esta última se halla la sala Apolo, el club más vanguardista de toda la ciudad) el viajero se topa con la montaña de Montjuic, nombre que significa Colina de los Judíos en catalán medieval y que domina toda la ciudad. En la falda de este monte se encuentran las instalaciones olímpicas que acogieron los juegos de 1992, destacando el domo del Palau Sant Jordi diseñado por el japonés Arata Isozaki, diversas piscinas y el gran Estadio Olimpico Lluis Companys, diseñado originalmente por el arquitecto Domènech i Roura en 1929.

En medio de las densas arboledas de Montjuic se encuentran también lugares de interés turístico como Poble español de la Feria Mundial de 1929, sede de locales como la enorme discoteca Terrassa, la torre de telecomunicaciones diseñada por el célebre valenciano Santiago Calatrava, el Teatro Griego y museos tan hermosos como el de Joan Miró y la Caixa Forum, este último en una antigua fábrica de chocolates proyectada por Gaudí En la Avenida María Cristina, entrada principal a la montaña de Montjuic desde la Plaza de España, se encuentran los pabellones del recinto ferial de Barcelona (La Fira) creada también con motivo de la Exposición Universal de 1929 y donde se organizan algunos de los salones, muestras y exposiciones más importantes de España y eventos de moda como la Pasarela Gaudí o más recientemente la feria
Bread and Butter.

Bajo el lema "Fun and Profitt" (diversión y ganancias) la feria profesional de marcas de moda Bread and Butter fue creada originalmente en Colonia en 2001 pero alcanzó el éxito en Berlín, ciudad donde se realiza anualmente con la participación de medio millar de expositores en todo tipo de prendas, calzado, accesorios o joyería y decenas de miles de visitantes. En julio pasado, los organizadores han realizado la primera edición del evento en Barcelona, ciudad que han elegido como segunda sede permanente de la feria por su carácter cosmopolita, abierto y estar tan ligada a la vanguardia. Los resultados fueron tan alentadores que se firmó con La Fira la realización del evento dos veces al año, al igual que en la capital germana, concentrándose en el concepto de moda urbana y con un 10% de marcas españolas, destacando firmas catalanas como Custo, Divinas Palabras, Desigual y Jocomomola (la línea de producción joven de Sybilla) y diseñadores de gran prestigio como David Delfín, Jordi Labanda, Lola Casademunit y Florentino Cacheda entre otros.

Al salir de la feria se pude disfrutar los fines de semana y al atardecer, el espectáculo de la Fuente Mágica de Montjuic, una joya de ingeniería de 1929 que no ha perdido ni un ápice de su competitividad frente a atracciones más modernas y computarizadas. Gran parte de su atractivo se debe, además del talento de sus coreógrafos, a que sigue empleando la tecnología desarrollada por su creador, Carles Buigas, basada en unos prismas de cinco colores cuya rotación orquestada alrededor de potentes luces blancas genera un sinfín de matices cromáticos en medio de potentes chorros de agua que rocían de agua a miles de arrobados turistas.


MANUEL LEBON ANZOLA
Manuel Lebon Anzola es caraqueño y periodista egresado de Comunicación Social en la UCAB, laborando como articulista o redactor de planta en diversos medios de prestigio como los Diarios El Nacional, El Diario de Caracas y el Universal. Su pasión por la música, las artes y la botánica le lleva a escribir habitualmente sobre estos temas, exponer sus obras pictóricas, convertirse en reputado pinchadiscos y productor radial, aunque ha redactado extensamente sobre diversos temas como teatro, cine, moda, turismo, gastronomía y estilos de vida para numerosas publicaciones venezolanas como Puntal, Complot, Exclusiva, Guía Platinum, Estampas, Imagen. Pasajero, etc

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