04 abril 2012

la gente zancudo contra el hombre abeja

Alvaro Bustillos


Entre el zancudo y la abeja existe una sustancial diferencia que el humano asume a cabalidad. Mientras el entendido en apicultura se cubre el cuerpo con armaduras naranja y libera inciensos adormecedores para que el bello insecto, portador de todos los pólenes, no lo inque con su aguijón, su espada, su aguja... con su culo. El pescador en su chinchorro se echa Off en las piernas para que el miserable insecto no le chupe la sangre y se alimente del flujo que corre por su cuerpo, dejando un ardor molesto en la piel. Si, su cuerpo y no sus venas. Sabemos bien que los únicos sibaritas que escogen, como en un menú de donde chupan, son los maricos vampiros que nos venden en el cine y la TV desde hace años. El zancudo chupa donde lo pongan. Sea lomo o meñique. Párpado o rodilla. Cachete o codo. El zancudo es ingobernable y difícil de cazar. Mientras haya sangre habrá zancudo. El zancudo es el ser vivo más vivo. No se le pega el SIDA.

A este punto hay que hacerse preguntas más concretas: ¿el zancudo?, ¿que tiene una vida de contados días?, ¿el de frágil y alargado cuerpo?, ¿que se alimenta una vez y le dura para la mitad de su vida? El zancudo, para no extendernos en divagaciones, tiene un aguijón para alimentarse y no para defenderse del mundo a costa de la propia vida. ¡Que no es abeja ni avispa! ¡Es zancudo! Verdadero vampiro. El que chupa… no el que clava.
Pero esto no para aquí. El zancudo macho, al igual que el pescador en su hamaca, se queda entre las plantas, en lo oscuro, donde se está rico y húmedo mientras la hembra es la que sale a alimentarse de sangre. Ya me lo veía venir.
Ahora no puedo dormir. Me pongo Off en crema y sé que no va a servir para nada. Siento los zumbidos en las orejas, sé que es una de ellas que quiere alimentarse de mí para luego posarse descaradamente en la pared con el cuerpo hinchado, casi sin poder moverse. 
Me paro y otras cosas empiezan a zumbarme en la cabeza: 
Clothes for heroes
El Lucky sabe a anime
¿No sé por qué dejé de beber?
¿Será que con el alcohol sabe mejor?

Solo el hecho
De que lo fumara James Dean
me da tirria
No está en mí el American Dream

Ojalá asumiera como estos
el resto de mis males.
Entre ellos
estar enamorado de ti.

Sin mucho presupuesto para competir.
Me hago el loco..
La gente dice que tú y yo estamos locos…
Como si no estuviéramos locos…
Somos locos…

¡Epa!

¡No te me pongas poeta!


Me atrapa el sueño sentado frente al aire acondicionado. A ver si se atreven. Aquí los espero.

Zzzmmm, Zzzmmmm. Por ahí están.

No puedo dormir sentado. El aguijón no encuentra posición, las alas se me enredan entre el respaldar y los brazos de la silla. Tengo las antenas frías y una baja de azúcar. Cierro los ojos pero la luz me entra por la nariz.




Alvaro Bustillos. Caraqueño desde 1975. Después de estudiar y aplicar la gráfica por casi la mitad de su vida, se ha descubierto juguetenado con otras ramas de la creatividad como la escritura, el arte gráfico, el video arte y hasta la publicidad. En todo su trabajo podemos descubrir una afición por la conversación, el coleccionar cosas, las bebidas espirituosas y el desmitificar hechos que para sus más cercanos parecen evidentes. Egresado y ahora profesor de ProDiseño, cofundador de MASA, LaMarca y Dmente entre otros proyectos, lo han involucrado con personas y momentos de la vanguardia local e internacional en las últimas dos décadas.

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