01 marzo 2011

Desglosario - Octavio Armand



Sócrates --  ¿Qué tergal apodernas, docto Fedón?  ¿Desmedido esternal sensilos quela, silúrico mesentéreon? ¿Dorsalmente pleural en lados mas  tergal en coxa? ¡Ah, paradoja! ¡Nefrocitos con ácaro axiomado y  tarsómero! ¡Epicutícula al revés tu flexor exopodito! ¡Tegmina ovipositor estenopodializante coxa, trocánter, fémur, patela, tibia, ortodoxo metatarso!

Fedón --  ¡Unguitractor! ¡Unguitractor! Flagelo espinereta, no pectinada arolia. Halterios dioicos empodian la pulvilia aristada en el clípeo maxilípedo pleon. Ante el pigidio ostiolo metamétricamente lamelado, mis opillones cribelarían hasta el escudo prosómico de Aquiles. Es tarsa la opistosoma de Platón y aun más tarsa su patela gnatocoxa, pues cimbia y paracimbia cuando hematodoce, ¿no crees? 

Sócrates --  La acuminada se estrecha progresivamente como tégula en estado de reposo pero terguito del ápice poligirante se entelegina de repente entre metámeros. ¿Qué gonoporo yo con afirmarlo o qué carábidas tú con negarlo?

Fedón --   Esclerita tu reciente opérculo en fascículos y calamistra todo debidamente con escópulas y cólulos. Tras el alvéolo distal epiprocto, enteleginarán lo vestigial en gránulos y lirifisuras, ¿o creerán que las lagunas sanguíneas lidian fulcros adyacentes en las lamelas oxigenadas? 

Sócrates --   Oviscaptas perfectamente, Fedón, lo esternito del asunto y maxilas con tu asombroso velum la serrula más difícil. El nodus ramosus no te sericigena en absoluto. Siempre áptera tu tagma. Ojalá los arolios foseten unas apófisis a tiempo y cedan su frecuencia en la espermateca a los libros y los labros; o algún día en esternona soledad, apendicular y dispersa, se incinerará la biblioteca. Cimbia otro folio holometábolo a los tégulas para evitar tan aciago espiráculo.  ¿Acaso estafilínidan al pobre rico con girinos?

Fedón --   El saliente cónico lo pedipalpa poco Critias. Dice que el mechón de ambos pelos, tenue y en hilera impar, sigue al alvéolo epigino. Otro pequeño saliente, esclerosado y redondeado, atero punto de rotación para movimientos estigmáticos, ahora le preocupa sobremanera. No se paurometábola. Si bien unirrámeo y estenopodial  alcanza un desarrollo considerable alargado y cilíndrico, en cóndilo hemimetabolizante suele epistomarse. Le tiene fóvea a la carina. ¿Y si de hecho lo pierdo enteramente, interpólame angustiado? ¿Qué me ecdisis?

No te angusties, dígole. Sabes, Critias, que también hay protuberancia interna, sagital y masticatoria. Colulus es sinónimo de cólulo, ¡endito sea Zeus! Esclerito que la tanificación no alterará tu escópula apretada a modo de cepillo. Eso fácilmente se remedia diametrándose a la inversa con una tisanóptera apterigógera. Déjate de exuvia, amigo mío. El estigma filotraqueal de las filotráqueas se ha abierto como un libro opistosómico y las fúsulas permanecerán atentas a la hematodoca de tu singular espermatóforo. Ni siquiera el surco epigástrico se atreve a tales émbolos. Ambipligios, esquizómidos, uropigios, ricinúleos y quitinosos excavarán sus propios pedicelos si intentan tu pleurito.

Sócrates --  Es a veces ventral la cara; y si le añades calamistro tras las hileras sigmoides el clípeo fusula cribado. Delante del gonoporo se aloja un bulbo que las hembras enteleginan mucho por el desarrollo de las coxas y su acercamiento a la boca. Durante el cortejo, generalmente se disponen por pares aún epigeos a los lados del cuerpo las hemípteras y los tricobotrios para emitir por la sericígena sus redes. Pero no creas haplogina a la deseosa jactante de genitalia simple. Los machos no diferencian el alvéolo tarsal y el artejo cilíndrico responde con lo bulboso y piriforme de su copulador teórico.

Pero ginóparas, ¡no! Eso ahora no conviene. Andróparas atenienses, aunque sucumban en la cámara monoica filtrante. Una fundatriz partenogenésica que alumbre a cada rato, ¡y que los endopterigotos vuelen sin rumbo dentro de sus corpúsculos, encerrados inexactos en sombra pero jamás en queta! Para narrar la serrulla, sensilo y fúsula bastan. Lo dentado en seda inquieta a los prehensores órganos limítrofes. La función vegetativa, como sabes, si lleva apéndices transfórmase en aspectos tales de mileto y progenita una inquietante metamorfosis casi siempre esdrújula.

La estría torácica del labro oceliformará la plágula en simetrías tegumentarias básicamente membranosas y secundariamente papilares o teriídidas, que no es poca cosa.  Escudo de carey y no de rey nos falta, amén de avizor tricobotrio. Apuesto que si Aquiles alveolara su escudo, alcanzaría al quelonio. ¿Qué tal un ágape ocelar con escleritos metamétricos de unívoca placa y terguitos fusibles? Si optas por prosómicos tergales y subdivididos pneumas, ¿epicaríamos al incesante gastrópodo?

Fedón --   En estricta comunicación con el reservorio epiginado, la depresión tegumentaria se esfinge. Solo entonces la ooteca posibilita entradas o salidas mesozoicas. Pero las substancias de diversa índole se disponen por pares delicuescentes para asomarse al laberinto. Allí todo es oculto, latero-ventral y respiratorio.  Mientras abulten la bolsa hemática tantas tetradracmas hoplitas, no hay que abrir la labidognata para quejarse amargamente. El cálculo asuntivo es otra cosa. Todo ha de ser perpendicular y gramático, como penúltimo insistía Euclides. Por mi parte recomiendo peines palatales procurvos para la formación tegumentaria alargada, cilíndrica y flexible. Eso funciona por diacronía en el lóbulo occipitante. De lo contrario volverán con el mismo esternelo las dioscuras girinas. Ni la hipertriquia ataja espinas ni la microseta cubre la formación anatómica en el momento de la puesta. Sólo lorum y plágulas básicamente membranosas se discuten en otros diálogos. Tuya, exclusivamente tuya es la ortognata eleática paralela y sagital.

Sócrates --   Esclerifícame una cosa, por favor. Durante el banquete, ¿ortopteraste las tareas auxiliares de la masticación? ¿Obturaba cronológicamente las estructuras delicadas del orificio telopodial un palpo pedicelo quelicerado en funciones sensoriales? Y a Alcibíades, ¿lo percataste deutocerebral y triste?

Fedón --  Haz una quela maxilar pericárdica que prescinda de la fila de ojos y la visión estereográfica y dorsal, me dijo. Pilosidades almohadilladas para la transformación efímera sobran, si de eso se tratara. Pero no, la articulación suele ser apodemal y característica aunque tibia. Epímero y hemélitro el ascenso si el escapo maxilula. ¿O acaso hablas en poliembriomia? Abusar de la substancia luciferina inexorablemente coriácea y conduce a la histolisis tritocerebral. Por eso proturo rafidias ortópteras. El edeago no oficia la aislación reproductiva a menos que epibiontes el pleópodo pupario con inconexos restos.

Sócrates --  Te dejaré con esta omniatidia: ¿un estrangulamiento morfológico y venal resalta más que aguijón cromático o cicuta? Y con esta campodea ciclorrafa: ¿con los ojos laterales de pupila estarían más adelantados para la sigila los medios? Me niego a creerlo. Se sacudirán de nuevo estrepsípterosamente los tisamuros y colémbolos de Troya y no habrá siquiera pentámeros homéricos para contar la plúmula. Ni rododáctilos eos, imagínate. Solo exarata y adéctica Helena por alopátrica y flabela.

Si estipitas exclusivamente la verdad, ortorrafos obteetas coartarán el campo deiforme. Uropodia que no será en vano. Toracopodia y pleopodia por estos almidones empedrados donde astigmáticos meandros parecen nubes. Te dejo a ti el epítoco, imago y subimago, pues la apomixis amenaza con cibarios sibaritas. Te encomio a que siringes la siringa con pulvillos de poliandria y que miasis univoltino en la pirámide hipogea. Y también te estomodeo la lacinia porque no has tenidio dormancia en absoluto, solo que la ingesta heteroica fue un cecidio. El resto es simonona tentorio del siguiente término. Mejor ovariolo el hemiélitro para aplaudir tu propodeo sin fisura resalina. Pedúnculo, pues, y hasta la próxima.

Caracas, 16 de noviembre 2010

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Octavio Armand. Nació en Guantánamo, Cuba, en 1946.Ha vivido durante muchos años en Nueva York, donde fundó y dirigió la revista Escandalar entre 1978 y 1984. Reside actualmente en Caracas. Colaborador de Plural, Vuelta, Papeles de son armadans, Ujule, More ferarum, Tse tse y otras revistas latinoamericanas y españolas.Ha publicado en poesía: Horizonte no es siempre lejanía (1970), Entre testigos (1974), Piel menos mía (1976), Cosas pasan (1977), Cómo escribir con erizo (1978), Biografía para feacios (1980), Origami (1987), Son de ausencia (1999). Algunos de sus ensayos han sido recogidos en Superficies (1980), El pez volador (1997), El aliento del dragón (2005) y Horizontes de juguete (por aparecer). Refractions, una selección de poemas y ensayos, en traducción de Carol Maier, fue publicada por la editorial Lumen Books de Nueva York en 1994.Su obra ha merecido la atención de Juan Antonio Vasco, Luis Justo, Guillermo Sucre, Octavio Paz y Severo Sarduy, entre otros destacados intelectuales.

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