Marina Tirado*
Un estudiante fue a su maestro y le dijo: Mi meditación es horrible, me siento tan distraído, o me duelen las piernas, estoy constantemente durmiendo ¡Es horrible!
Va a pasar, tranquilamente, dijo el Maestro.
Una semana más tarde, el estudiante volvió a su maestro: Mi meditación es espléndida. Me siento tan consciente, tan tranquilo, tan vivo ¡Es maravillosa!
Va a pasar, muy sereno, respondió el maestro.
En algunas corrientes, el éxtasis es el estado del alma en que, por medio de la contemplación y el amor, se experimenta la unión mística con Dios y una anulación de todos los sentidos, en el budismo con la contemplación --la meditación-- no se anula nada, se está en total armonía con los sentidos y se vive a plenitud el momento presente, donde el cuerpo experimenta la felicidad relativa de la realización de lo absoluto.
Va a pasar, tranquilamente, dijo el Maestro.
Una semana más tarde, el estudiante volvió a su maestro: Mi meditación es espléndida. Me siento tan consciente, tan tranquilo, tan vivo ¡Es maravillosa!
Va a pasar, muy sereno, respondió el maestro.
En algunas corrientes, el éxtasis es el estado del alma en que, por medio de la contemplación y el amor, se experimenta la unión mística con Dios y una anulación de todos los sentidos, en el budismo con la contemplación --la meditación-- no se anula nada, se está en total armonía con los sentidos y se vive a plenitud el momento presente, donde el cuerpo experimenta la felicidad relativa de la realización de lo absoluto.
*Monja Zen. Directora del Centro Zen Bodai Shin.
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