Dadas las extremas circunstancias físicas y mentales que han acaecido en los predios de la casa azulada estamos de vuelta en el camino de lo real. Una mirada que tonifique la derrota, que cubra la sombra del devenir y nos lance contra una cotidianidad acechante, imperiosa. Quién más que ustedes, amables lectores, para sacudir de lo no dicho lo dicho, de lo adecuado lo inadecuado. Además es pertinente reconocer que esta edición hubiese sido imposible sin el trabajo extenso de nuestro querido Leonardo Rodríguez.
Dice Adam Zagajewski que hay un mundo histórico y un mundo cósmico, que conviven entrelazados y a los que no es posible dejar de atender. La coincidencia de esos dos mundos reclama tal vez una atención particular. Sin embargo, no es ésta, queridos lectores, una invitación a un misticismo para principiantes. Tampoco para avezados. Es, más bien, la invitación a una conversación, sabiendo que no puede entenderse ésta sin la cualidad y la gentileza primordial de todo buen interlocutor: la atención.
José Antonio Parra y Alejandro Chacón
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