Leonardo Rodríguez
Envía tu mensaje
Al centro del laberinto
La vieja casa se hizo pedazos
Quedan sus senderos invisibles
Ruidos de lagartija entre las hierbas, uñas,
Descoyuntadas sílabas insomnes
A la sombra del cuerpo
Mete los restos en una botella
Agítalos imagínalos en otras orillas
La otra casa te espera
Abre las ventanas
Asómate a donde no estás
Y sudas
Apuesta lo poco
Junta las migas
Entre apuesta y migas
Atisbas las estrellas
Te quedan tus manos
Eres pobre, arquero, en el extravío
Comercias con el zumbido de la abeja disecado en la piel
Con mercancías que ahora recoges entre trastos
inservibles
Encandilado
Escarbas en el resplandor
Hasta verte
En los juegos de espejos enterrados
Aprende las canciones del cautivo
Me dices
Por los cuatro orientes riégalas
Guarda las voces en los pulmones
Sobre el cuerpo escribe
Di la fiebre con dardos y naipes
Busca la diana en el reverso de la baraja
Interroga la flecha del mediodía
Envía tu mensaje
al centro del laberinto
Creta, mayo de 2005
(Para Octavio Armand)
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