04 abril 2008

Editorial

El devenir se ha vuelto una suerte de signos aglutinantes que nos abruman frente a océanos, a costas donde las aguas refluyen repitiendo susurrantes y definitivas: esto es todo lo que hay, el gran templo de lo mundano; frases sin terminar, despedidas a medias, tiempo huidizo y rostros que se disuelven y desaparecen. La casa azulada sólo ha pretendido ser una memoria de nuestro infructuoso intento por romper los límites de la realidad, una apuesta más a la contra lógica, un minúsculo ápice del discurso universal.

Ésta es la última entrega de La casa azulada en formato blog; perseveraremos en la duda, en la apuesta perdida, en la fuga mundis que, paradójicamente, no es más que una confrontación con lo Real. Nuestra próxima edición será en dominio .com, con un nuevo diseño y con algunas cosas que guardaremos en secreto; sólo si ustedes, jugadores naranja, nos ayudan.

José Antonio Parra

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jose Antonio:
Creo q el formato .com es un avance..
exito!!!!!!!
JJ