María Teresa Ogliastri
“Que el hombre no ame nada
y será invulnerable”
Chuang─Tzé
Chuang─Tzé
Mi alrededor es blanco
inhalo opio y traspaso la luna
plácido es flotar en el sueño
sobre dragones de humo
afianzado sobre una bandeja
el pequeño árbol desconoce el tiempo
el alambre tuerce sus ramas
y lo obliga a ser el viento
sus cortas raíces no alcanzan la muerte
a pesar de que es la hora del olvido
tantos crímenes
tantas venganzas
con indiferencia dice
hasta cuándo la luz acariciará las ramas
esta mañana han venido los guardias
a retirar el pequeño árbol
saben que duele
no han tocado mi caja de gusanos
no saben que ahora
ellos son mis parientes
los insectos son solidarios con la desgracia
en mis cejas hay ciudades
y en mis orejas reinos
ahora que me sedimento
soy un templo para la naturaleza
Poema publicado en una plaquette de la Editorial El pez soluble, llamado Bonsai
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