Leonardo Rodríguez
Sólo una muerte no existe: la de las revistas de variedades (y vanidades) femeninas. Y ésta es la razón: la sinrazón nunca morirá. Anótenlo.
Hay en ellas de todo. Actualidad de farándula, profecías amorosas y laborales, consejos sexuales y de belleza, iconografía del glamour, retratos históricos, personajes. Por haber, hay reseñas de libros, de películas y de exposiciones. Es verdad que no las compro yo, pero la Persona que lo hace, las deja en el baño, el lugar más propicio a la lectura. El último ejemplar pasó su buen tiempo allí, casi una temporada en el infierno. Aguantó con estoicismo los baños diarios de vapor, las escenas inenarrables, las escenas de la Rusia pagana (Stravinsky), las reflexiones inmanentes frente al espejo y con una máquina de afeitar en la mano (Joyce), el olor de la ropa sucia apilada, la luz y la sombra en soledad. Qué diferente al resto de los libros "de verdad", privilegiados, modosos, que se hacen compañía tribal en cómodos anaqueles de madera.
En la Glamour española de enero aparece Benazir Bhutto con su bello rostro grave. De ella se dijo, en lugares más oscuros, que la iban a matar, y esta vez fue cierto. Murió el jueves 27 de diciembre, día en que la Lectora Principal (que prefiere ser conocida como lectora de Kapuscinsky) compró el glamoroso ejemplar comprometido. Aparece Kylie Minogue, sus piernas de canguro y su experiencia de la enfermedad y la vida espléndida a pesar de todo. Los vestidos, zapatos y perfumes de la temporada. Y más, más. Cosas sombrías contrastadas con la gracia de vivir, mujeres simpáticas y divinas por todas partes. Páginas de satén. Minifaldas como túneles.
Y el horóscopo. No hay material pedagógico más rico para entender la psique femenina, o la psique a secas- o a mojadas. Expectativas, "sueños", frustraciones, ambiciones. A veces, trabajo, dinero, amistades, días de suerte. Pero sobre todo, Amor, y en Abundancia. Aquí cabría una estocada sobre esa adoración milenaria de un dios griego. ¿No es cierto que el ego sentimental de la Mujer es descomunal? Todo habla de amor y de ego en estas revistas. Podría decirse también: nada como el amor de una mujer. Pero esto ya se ha dicho. A Darío, con su pluma de pavo real bajo el sombrero, no le molestaría la repetición, porque su yo erótico no era menos enorme. Cómo les importa el amor a las chicas, anyway.
Ahora, leyendo el horóscopo, me doy cuenta que estas revistas se dirigen tanto al lado femenino del hombre como al lado masculino de la mujer. Son tan perceptivas como penetrantes. Esta podría ser una revista junguiana. De otra manera no sé cómo acertaría tanto.
Todo el mundo sabe que hay algo profético en los horóscopos. Pero que sepan leer el presente, ya es diferente. Para eso se necesita sabiduría, información, saber ver. La Primera Crítica de la revista, me dice su asombro de lo justa que fue la predicción del horóscopo para sus comienzos de año. Increíble. Yo le pido que me lea el mío, todavía dormido (lo pregunto para ver si es mejor no levantarme). Y dice cosas que ni mis mejores amigos ni mis más impíos enemigos me han dicho: "Aprecias tu círculo social, pero ya no tienes interés en hacer nuevos amigos. Saldrás mucho y te divertirás, pero no hay nada serio en el horizonte (sobre todo por tu falta de interés hacia tus pretendientes). Si tienes pareja, habréis superado los baches de los años anteriores, así que seréis una pareja muy unida". A estas alturas de la lectura, la Prima Donna ya estaba pegando brincos de felicidad. Le dije: "Sigue". Y siguió en una letanía cargada de placer y sentido, como la Esposa del Cantar de los Cantares: "Dile adiós al trabajo exagerado. (Aquí hubo un anticlímax brusco en la Declamadora, casi un efecto a lo Mingus.) El año pasado hiciste lo posible por estar a la altura de tu profesión (Suspiro de alivio: nada que ver con el trabajo para ganarse el pan). Seguirás prosperando, pero sin el peso de la ambición. Te centrarás en enriquecerte (paréntesis: aquí se iluminó mi alma de puerto libre) intelectualmente y en cambiar de imagen. Di hola a poder soñar. Para un signo tan concienzudo, soñar despierta (el alma era mujer para los griegos) te vendrá de perlas". Y para rematar, en plena apoteosis optimista: "Tu intuición estará a flor de piel". No contentos con tanta penetración, para que entienda que no estoy solo, invitándome a alzar mi vista a las estrellas, nombra gente famosa de mi signo: Ariadna Gil, cuyos senos hermosos volví a ver hace poco en Belle époque, del excelente Fernando Trueba. Allí Ariadna, vestida de militar, domina en el lecho improvisado de un granero a Jorge Sanz disfrazado de mujer. En las alturas de mi signo están también Paul Auster, inopinado acuario cuya compañía me contenta, y Christina Ricci, que no me gusta pero algo le vería el maestro Woody.
Es cierto que el estilo de estas revistas puede no ser muy innovador, pero innovadores, pocos. ¿Acaso esperan que Joyce redacte los horóscopos? Ahora que me acuerdo hay una referencia deliciosa a las revistas de moda femenina en el Ulises. Sí, sí. A Joyce, jesuita sin dios pero con dioses, diosas y semidiosas, le gustaban las mujeres tanto o más que los juegos de palabra, la ópera y la burla literaria. Aunque también, en un sentido imaginario, no necesariamente sexual (¿por qué habría de serlo?), le gustaban los hombres. Prueba: Stephen y Leopold son tanto o más ricos como personajes que Marion, de soltera Tweed. Joyce, por cierto, era acuariano, del 3 de febrero, el mismo día del Mariscal Sucre, que podría ser, por su muerte a un tiempo predestinada y casual, un personaje de Auster. Feliz mes de cumpleaños a todos.
"Dile adiós al trabajo exagerado". Dios mío, qué sabiduría. Un llamado a la mesura, donde residía para los antiguos griegos (que impregnan con su autoridad solar toda la revista) la excelencia. Sería de necios incumplirlo.
Hay en ellas de todo. Actualidad de farándula, profecías amorosas y laborales, consejos sexuales y de belleza, iconografía del glamour, retratos históricos, personajes. Por haber, hay reseñas de libros, de películas y de exposiciones. Es verdad que no las compro yo, pero la Persona que lo hace, las deja en el baño, el lugar más propicio a la lectura. El último ejemplar pasó su buen tiempo allí, casi una temporada en el infierno. Aguantó con estoicismo los baños diarios de vapor, las escenas inenarrables, las escenas de la Rusia pagana (Stravinsky), las reflexiones inmanentes frente al espejo y con una máquina de afeitar en la mano (Joyce), el olor de la ropa sucia apilada, la luz y la sombra en soledad. Qué diferente al resto de los libros "de verdad", privilegiados, modosos, que se hacen compañía tribal en cómodos anaqueles de madera.
En la Glamour española de enero aparece Benazir Bhutto con su bello rostro grave. De ella se dijo, en lugares más oscuros, que la iban a matar, y esta vez fue cierto. Murió el jueves 27 de diciembre, día en que la Lectora Principal (que prefiere ser conocida como lectora de Kapuscinsky) compró el glamoroso ejemplar comprometido. Aparece Kylie Minogue, sus piernas de canguro y su experiencia de la enfermedad y la vida espléndida a pesar de todo. Los vestidos, zapatos y perfumes de la temporada. Y más, más. Cosas sombrías contrastadas con la gracia de vivir, mujeres simpáticas y divinas por todas partes. Páginas de satén. Minifaldas como túneles.
Y el horóscopo. No hay material pedagógico más rico para entender la psique femenina, o la psique a secas- o a mojadas. Expectativas, "sueños", frustraciones, ambiciones. A veces, trabajo, dinero, amistades, días de suerte. Pero sobre todo, Amor, y en Abundancia. Aquí cabría una estocada sobre esa adoración milenaria de un dios griego. ¿No es cierto que el ego sentimental de la Mujer es descomunal? Todo habla de amor y de ego en estas revistas. Podría decirse también: nada como el amor de una mujer. Pero esto ya se ha dicho. A Darío, con su pluma de pavo real bajo el sombrero, no le molestaría la repetición, porque su yo erótico no era menos enorme. Cómo les importa el amor a las chicas, anyway.
Ahora, leyendo el horóscopo, me doy cuenta que estas revistas se dirigen tanto al lado femenino del hombre como al lado masculino de la mujer. Son tan perceptivas como penetrantes. Esta podría ser una revista junguiana. De otra manera no sé cómo acertaría tanto.
Todo el mundo sabe que hay algo profético en los horóscopos. Pero que sepan leer el presente, ya es diferente. Para eso se necesita sabiduría, información, saber ver. La Primera Crítica de la revista, me dice su asombro de lo justa que fue la predicción del horóscopo para sus comienzos de año. Increíble. Yo le pido que me lea el mío, todavía dormido (lo pregunto para ver si es mejor no levantarme). Y dice cosas que ni mis mejores amigos ni mis más impíos enemigos me han dicho: "Aprecias tu círculo social, pero ya no tienes interés en hacer nuevos amigos. Saldrás mucho y te divertirás, pero no hay nada serio en el horizonte (sobre todo por tu falta de interés hacia tus pretendientes). Si tienes pareja, habréis superado los baches de los años anteriores, así que seréis una pareja muy unida". A estas alturas de la lectura, la Prima Donna ya estaba pegando brincos de felicidad. Le dije: "Sigue". Y siguió en una letanía cargada de placer y sentido, como la Esposa del Cantar de los Cantares: "Dile adiós al trabajo exagerado. (Aquí hubo un anticlímax brusco en la Declamadora, casi un efecto a lo Mingus.) El año pasado hiciste lo posible por estar a la altura de tu profesión (Suspiro de alivio: nada que ver con el trabajo para ganarse el pan). Seguirás prosperando, pero sin el peso de la ambición. Te centrarás en enriquecerte (paréntesis: aquí se iluminó mi alma de puerto libre) intelectualmente y en cambiar de imagen. Di hola a poder soñar. Para un signo tan concienzudo, soñar despierta (el alma era mujer para los griegos) te vendrá de perlas". Y para rematar, en plena apoteosis optimista: "Tu intuición estará a flor de piel". No contentos con tanta penetración, para que entienda que no estoy solo, invitándome a alzar mi vista a las estrellas, nombra gente famosa de mi signo: Ariadna Gil, cuyos senos hermosos volví a ver hace poco en Belle époque, del excelente Fernando Trueba. Allí Ariadna, vestida de militar, domina en el lecho improvisado de un granero a Jorge Sanz disfrazado de mujer. En las alturas de mi signo están también Paul Auster, inopinado acuario cuya compañía me contenta, y Christina Ricci, que no me gusta pero algo le vería el maestro Woody.
Es cierto que el estilo de estas revistas puede no ser muy innovador, pero innovadores, pocos. ¿Acaso esperan que Joyce redacte los horóscopos? Ahora que me acuerdo hay una referencia deliciosa a las revistas de moda femenina en el Ulises. Sí, sí. A Joyce, jesuita sin dios pero con dioses, diosas y semidiosas, le gustaban las mujeres tanto o más que los juegos de palabra, la ópera y la burla literaria. Aunque también, en un sentido imaginario, no necesariamente sexual (¿por qué habría de serlo?), le gustaban los hombres. Prueba: Stephen y Leopold son tanto o más ricos como personajes que Marion, de soltera Tweed. Joyce, por cierto, era acuariano, del 3 de febrero, el mismo día del Mariscal Sucre, que podría ser, por su muerte a un tiempo predestinada y casual, un personaje de Auster. Feliz mes de cumpleaños a todos.
"Dile adiós al trabajo exagerado". Dios mío, qué sabiduría. Un llamado a la mesura, donde residía para los antiguos griegos (que impregnan con su autoridad solar toda la revista) la excelencia. Sería de necios incumplirlo.
3 comentarios:
Colega Leonardo, grata lectura. Mis saludos para ti, que según me informan, andas por la madre patria.
Me alegra que te haya gustado, j.l. Y sí, pataleando en pleno útero español. Saludos.
Saludos, gran blog, le invito a darse una vuelta por el mío y a revisar nuestro trabajo fotográfico en www.fotomaton.com.ve
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