José Antonio Parra
Birdie hop, he do, he hop along
A lonely bird upon
A window there, he, he,
There he blow, the windy snow,
He know the snow, a hoppy bird
Syd Barrett
La experiencia fotográfica de Ricardo Parra (Caracas, 1972) ha sido multiforme. En su obra hallamos trabajos con un claro discurso conceptual y otros donde la caracterización de la atmósfera es lo predominante así como también incursiones en los significantes corporales del mundo postmoderno. Las tres piezas aquí expuestas expresan con gran delicadeza y armonía la multiplicidad de relaciones discursivas entre continente, contenido y sujeto-objeto. La serie asume una secuencia temporal donde el desplazamiento emblemático sitúa a un sujeto-objeto metafórico en tres dimensiones significantes; en primer lugar el vacío de la atmósfera es desbordado por el ave solitaria, libre, expresión de la naturaleza humana: solo contra solo. Luego, en la segunda imagen en un plano difuso aparece el continente, elemento que caracteriza el poder de uno sobre otro, un poder que comienza con el lenguaje como instrumento del mismo, que abarca todas las relaciones interpersonales llegando a su forma de mayor refinamiento cínico; en el juego de la política y en la brutalidad de sus extensiones. En la última imagen de la serie nos topamos ya con el continente y el contenido; esto es, el sujeto-objeto, entrecruzados, siendo parte del mismo engranaje social que está sustentado en el propio tánatos; el hombre que ha perdido su ilusoria libertad para siempre, desplazado del espacio que le corresponde, vuelto finalmente objeto de otro, llámese mano invisible o sistema totalitario.
El abordaje cromático de Ricardo es impecable, el artista apela a lo sombrío como significado intrínseco, los detalles están cuidadosamente elaborados, la expresión casi perpleja, casi humana del ave está en contraste con la calidez paradójica del continente, de la caja, destino final del hombre al ser devorado por la propia cultura.
Syd Barrett
La experiencia fotográfica de Ricardo Parra (Caracas, 1972) ha sido multiforme. En su obra hallamos trabajos con un claro discurso conceptual y otros donde la caracterización de la atmósfera es lo predominante así como también incursiones en los significantes corporales del mundo postmoderno. Las tres piezas aquí expuestas expresan con gran delicadeza y armonía la multiplicidad de relaciones discursivas entre continente, contenido y sujeto-objeto. La serie asume una secuencia temporal donde el desplazamiento emblemático sitúa a un sujeto-objeto metafórico en tres dimensiones significantes; en primer lugar el vacío de la atmósfera es desbordado por el ave solitaria, libre, expresión de la naturaleza humana: solo contra solo. Luego, en la segunda imagen en un plano difuso aparece el continente, elemento que caracteriza el poder de uno sobre otro, un poder que comienza con el lenguaje como instrumento del mismo, que abarca todas las relaciones interpersonales llegando a su forma de mayor refinamiento cínico; en el juego de la política y en la brutalidad de sus extensiones. En la última imagen de la serie nos topamos ya con el continente y el contenido; esto es, el sujeto-objeto, entrecruzados, siendo parte del mismo engranaje social que está sustentado en el propio tánatos; el hombre que ha perdido su ilusoria libertad para siempre, desplazado del espacio que le corresponde, vuelto finalmente objeto de otro, llámese mano invisible o sistema totalitario.
El abordaje cromático de Ricardo es impecable, el artista apela a lo sombrío como significado intrínseco, los detalles están cuidadosamente elaborados, la expresión casi perpleja, casi humana del ave está en contraste con la calidez paradójica del continente, de la caja, destino final del hombre al ser devorado por la propia cultura.
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