L. Santiago Méndez Alpízar
Sin embargo no fue un ejercicio propiamente patriótico /
quemar Calatañazor /
Pero en Bayamo sí /
En cuanto que en el mismo Bayamo se comenzó a construir la identidad nacional
En cuanto no es cierta la batalla donde el que fuera antes: niño Abu Amir Muhammad /
pavorosamente para el resto: Al Mansur Bil Allah / perdió el tambor/
De modo que / la historia miente / O
lo que es común: mienten los historiadores /
“Curioso mirar como mueren los caudillos en su vejez
Atender como mueren con las botas puestas”
De esta guisa /
quien luego fuera Al Mansur Bil Allah /
el mismo que antes llamaronle Abu Amir Muhammad /
/ llegó a la Ciudad de Córdoba:
La Perla de Occidente /
Donde el harén / las danzas de de las concubinas
para administrar /
primero /
los bienes de la rubia Subh
la vascona Sultana /
la primera de las elegidas
otra vez rubia por la gracia de Allah /
destinada al placer oculto del adulterio
a los escasos momentos de su señor Al-Hakam II /
quien en definitivas / singó poco /
decoró la Mihrab /
reunió unos cuatrocientos mil volúmenes en su biblioteca personal /
espantó a los Vikingos
Sin embargo no fue un ejercicio propiamente patriótico /
quemar Calatañazor / digo /
Más bien una costumbre
En cuanto no existía el concepto patria
Pero en Bayamo sí /
en Bayamo se comenzó a calentar la sopa de la patria /
La insolvencia
Así /
quien fuera pavorosamente llamado Al Mansur Bil Allah /
antes / Niño-Joven Abu Amir Muhammad /
concubino de la Sultana vascona Subh /
protector de Hisam II /
que ni corta ni pincha /
pero que sí vio:
como degollaban los corderos
lavaban las tripas con hojas de eucalipto para rellenarlas con dátiles /
frutos secos /
o
los músculos sangrantes del General Galib:
desollado /
martillado en cruz frente al Alcázar /
Pero que sí vio:
manos y pies de su madre / la vascona Subh /
fileteados en oro y gena en la ceremonia del kifi
/ las discretas suksi de los domingos en el al-Ándalus /
en los amplios salones del palacio de Medinat al-Zahira
en las cariñosas charlas con Almanzor / Malik Karim
Pero que sí vio llegar a Córdoba:
La Perla de Occidente
las campanas de la catedral de Santiago /
una mañana o una tarde / a lomos de los esclavos cristianos
rodeados de mujeres blancas /
Mujeres deseadas como su madre
la vascona / rubia Subh /
Sultana del Califato de Córdoba / Al-Ándalus /
madre de Hisam II /
que ni corta ni pincha / pero que sí vio
“Curioso mirar como mueren los caudillos en su vejez
Atender como mueren con las botas puestas
quemar Calatañazor /
Pero en Bayamo sí /
En cuanto que en el mismo Bayamo se comenzó a construir la identidad nacional
En cuanto no es cierta la batalla donde el que fuera antes: niño Abu Amir Muhammad /
pavorosamente para el resto: Al Mansur Bil Allah / perdió el tambor/
De modo que / la historia miente / O
lo que es común: mienten los historiadores /
“Curioso mirar como mueren los caudillos en su vejez
Atender como mueren con las botas puestas”
De esta guisa /
quien luego fuera Al Mansur Bil Allah /
el mismo que antes llamaronle Abu Amir Muhammad /
/ llegó a la Ciudad de Córdoba:
La Perla de Occidente /
Donde el harén / las danzas de de las concubinas
para administrar /
primero /
los bienes de la rubia Subh
la vascona Sultana /
la primera de las elegidas
otra vez rubia por la gracia de Allah /
destinada al placer oculto del adulterio
a los escasos momentos de su señor Al-Hakam II /
quien en definitivas / singó poco /
decoró la Mihrab /
reunió unos cuatrocientos mil volúmenes en su biblioteca personal /
espantó a los Vikingos
Sin embargo no fue un ejercicio propiamente patriótico /
quemar Calatañazor / digo /
Más bien una costumbre
En cuanto no existía el concepto patria
Pero en Bayamo sí /
en Bayamo se comenzó a calentar la sopa de la patria /
La insolvencia
Así /
quien fuera pavorosamente llamado Al Mansur Bil Allah /
antes / Niño-Joven Abu Amir Muhammad /
concubino de la Sultana vascona Subh /
protector de Hisam II /
que ni corta ni pincha /
pero que sí vio:
como degollaban los corderos
lavaban las tripas con hojas de eucalipto para rellenarlas con dátiles /
frutos secos /
o
los músculos sangrantes del General Galib:
desollado /
martillado en cruz frente al Alcázar /
Pero que sí vio:
manos y pies de su madre / la vascona Subh /
fileteados en oro y gena en la ceremonia del kifi
/ las discretas suksi de los domingos en el al-Ándalus /
en los amplios salones del palacio de Medinat al-Zahira
en las cariñosas charlas con Almanzor / Malik Karim
Pero que sí vio llegar a Córdoba:
La Perla de Occidente
las campanas de la catedral de Santiago /
una mañana o una tarde / a lomos de los esclavos cristianos
rodeados de mujeres blancas /
Mujeres deseadas como su madre
la vascona / rubia Subh /
Sultana del Califato de Córdoba / Al-Ándalus /
madre de Hisam II /
que ni corta ni pincha / pero que sí vio
“Curioso mirar como mueren los caudillos en su vejez
Atender como mueren con las botas puestas
L. Santiago Méndez Alpízar / Chago. 08/02/07
Madrid. Atocha.
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