José Antonio Parra
La realidad, surgida como ilusión desde una interioridad que expresa un mundo exterior aparente; no es sino un pasaje en lo temporal hacia cuyos límites y más allá de éstos el hombre ha tratado de traspasar.
Las primeras impresiones del mundo fueron duales, al entrar en reflexión con el teatrum mundis el homo sapiens percibió una serie de opuestos y paradojas que constituían lo que le rodeaba. Aparece así el cielo sobre la tierra; Urano y Gea, en la mitología griega, ancestros de los dioses olímpicos. En las cosmogonías orientales, aparecen también estas dualidades y opuestos y se da en el taoísmo lo que se conoce como Cielo Anterior, a partir del cual se originan las multiplicidades del Cielo Posterior o esta realidad sensible.
Con la aparición del logos, lo real se va separando cada vez más de la realidad al ser tachada la cosa real, valga la redundancia. De acuerdo con Wittgenstein; el mundo es la totalidad de los hechos, los hechos son la manifestación efectiva de las cosas y las cosas son interconexiones de objetos. El lenguaje delimita los límites de la realidad y más allá de ésta se encuentra lo real (conceptualización surgida a partir de Lacan) entre cuyos límites queda abierto el espacio para lo místico, lo inefable.
Las primeras impresiones del mundo fueron duales, al entrar en reflexión con el teatrum mundis el homo sapiens percibió una serie de opuestos y paradojas que constituían lo que le rodeaba. Aparece así el cielo sobre la tierra; Urano y Gea, en la mitología griega, ancestros de los dioses olímpicos. En las cosmogonías orientales, aparecen también estas dualidades y opuestos y se da en el taoísmo lo que se conoce como Cielo Anterior, a partir del cual se originan las multiplicidades del Cielo Posterior o esta realidad sensible.
Con la aparición del logos, lo real se va separando cada vez más de la realidad al ser tachada la cosa real, valga la redundancia. De acuerdo con Wittgenstein; el mundo es la totalidad de los hechos, los hechos son la manifestación efectiva de las cosas y las cosas son interconexiones de objetos. El lenguaje delimita los límites de la realidad y más allá de ésta se encuentra lo real (conceptualización surgida a partir de Lacan) entre cuyos límites queda abierto el espacio para lo místico, lo inefable.
1 comentario:
TAT TUAM ASI es en sánscrito ESO ERES TU, y así es tu realidad y sus periferias: lo que tú en ellas veas.
La Gracia Divina es lo que ellas (la realidad y sus periferias) te permitan ir viendo y eso depende directamente de tu pureza.
Entré como anónimo pero soy Alexandra Kuhn.
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