Ya nuestra verdadera preocupación no es la bomba, ni siquiera la plaga de moda, ya no nos incumben los terremotos ni los deslaves, nuestra tribulación, por el ahora donde nos encontramos, es la cotidianidad, tan vacía y áspera como siempre, una cotidianidad que nos roba la vida cuando no es ésta quien en cambio se roba a sí misma y nos desaparece en el trance del tiempo; vitrina y aparador de artículos para el hogar, celofán para el corazón que esta vez recurres a mí porque sabes que el tiempo pesa y las horas se hicieron alargadas y ni siquiera un viaje te puede salvar, nada de las personas que te rodeaban, ni de esos jugadores que entre nosotros no son más que un secreto.
4 comentarios:
entre comas profundos tus palabras, los asideros.
jose antonio, qué alegría leerte de nuevo aquí en tu casa.
un largo abrazo.
L.
llegué aquí en plena obscuridad...y me sentí...creo que a gusto.
Josó Antonio:
Creo que es la primera vez que entro en tu blog. Me encanta. Respecto a lo que dices, es así, la vida es así. Besos,
mc
recrea mundos el saberte ahí!
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