El diccionario siempre es un buen comienzo. Ordenado.
Ego: en el psicoanálisis de Freud, instancia psíquica que se reconoce como “yo“, parcialmente consciente que controla la motilidad y media entre los instintos del “ello“, los ideales del “superyó“ y la “realidad“ del mundo exterior.
Vengo manejando por la Cotamil, exactamente entre San Bernardino y la Castellana. Regreso de una “pauta” en un programa de radio —de bello nombre— la libélula azul, creí que se llamaba, pero se trata de: la casa azulada.
El “yo“ —parcialmente consciente— debe ser la que escribe:
Me haces falta para transitar el trayecto del "ego trip" de entrevistas a las que voy nerviosa y sin saber que tendrán fotógrafo....todo me es ajeno, distante y me cohíbe. Por lo menos no me sonrojo...a mi edad es vergonzoso. Pensaba en lo mucho que me gustaría descubrir en tu rostro una sonrisa burlona, me echaras broma con todo esto...
Tú, debes ser los instintos del “ello“.
… entendí lo lejos que estás y escuché la voz de un amigo —el ideal del “superyó“— que me regaña: "él es un capricho”.
En la cápsula psiquíatrica del carro en el tráfico, me pregunto...¿por qué no me encapricho con otro? para que pueda llamarlo y contarle cómo me fue de bien o de mal... imagino que al alimentarme de fantasías sigues revoloteando en mi cabecilla... porque la mujeres que parecemos “sobradas” también somos inseguras… y qué mejor forma de reconstruir una figura masculina que te acompañe, que hacer de tu amor: tu amante, tu esposo, tu padre, tu hermano, tu mejor amigo... tu perro.
Me haces falta, pero estoy en “realidad“: acabo de chocar.
Se me espichó el ego.
Caracas, 8 ii 2011
-.-
Helena Arellano
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