José Antonio Parra
Para C.
Desafiar cada minuto y su continuidad. No saberte invencible. El ojo lanzado y desenvuelto contra cielos y nadas. La piel peregrina y sin fronteras. La pérdida del mundo y la caída en el abismo de lo cotidiano; en el estremecimiento por ti y por tus ausencias.
Los labios que saltan apiladitos contra los graffitis y los signos de las calles, que saltan contra la soledad del Ser que se contempla en nosotros. Ésta es la inexplicación definitiva de las cosas, y tú agitas tu pelo mientras te veo en el devenir errático; en el otro lado de la mirada.
Tú y yo, y el mundo es aun más indecible.
Imagen de Jean Cocteau.
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